
Conocemos desde hace años Cabaña Marconi, bonito restaurante situado al final de El Encinar de los Reyes, en las afueras de Madrid, con platos suecos pero también alguno belga y en general, una elección segura para disfrutar de una rica comida o cena a un precio razonable, con la familia o con amigos y sobre todo, en un entorno muy agradable. Tanto si es invierno, viendo llover a través de su estructura de cristal (incluido el tejado), como cuando hace buena temperatura exterior con las cristaleras abiertas, es siempre una buena opción.
Después de tantas veces, pedimos casi siempre lo mismo, porque son platos que nos gustan y en ocasiones, innovamos con alguno concreto, como sucedió hoy con las lentejas con alcachofas y foie, especialmente buenas; comenzamos compartiendo unos mejillones a la crema, pequeños pero ricos, acompañados de patatas fritas y entre los segundos platos pedimos las habituales albóndigas suecas con puré de patata, muy apropiadas para los niños y la milanesa de ternera blanca, una opción segura.
Como postre, el brownie con helado de vainilla, muy rico como siempre.
EL servicio correcto. Como conclusión general, restaurante muy recomendable, con calificación BUENO.
Precio medio: 25 euros por persona, bebidas aparte.
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