
Cena de Reyes en el afamado restaurante Filandón, situado en el inicio del camino desde Montecarmelo a El Pardo. Lleno como siempre, incluso en la zona de terraza habilitada para el invierno (-4,5º al terminar la cena). Falló el servicio, poco atento en general.
Los platos muy bien, como suele ser habitual, con buena presentación y calidad de las materias primas. Comenzamos compartiendo una bandeja de ostras y continuamos con sendos pescados: el pixín, preparado a la bilbaína y el tataki de atún, a la parrilla, ambos muy buenos. Para niños ofrecen un menú específico (17€) con postre incluido, sin grandes pretensiones gastronómicas pero que cumple bien su cometido. Finalizamos la cena con unas riquísimas filloas de crema.

Acompáñanos la cena con un buen tinto, Arzuaga, calificado con un 4,2 en Vivino, quizá un tanto alto.
Como conclusión, mantenemos la calificación de MUY BUENO, por el conjunto del restaurante, muy apropiado para celebraciones familiares, aunque el servicio deja que desear. Precio medio: 50€ por persona, bebida aparte.
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