
Casi dos años después, evidentemente pandemia por medio, volvemos a Kabuki (Wellington), nuestro japonés por excelencia, aunque hemos conocido otros en Madrid en este tiempo, no desdeñables, como Yugo the bunker; Ikigai, Inari y especialmente, UMIKO, extraordinario igualmente.
No ha cambiado la decoración: sobria, en tonos grises, con poca luz; ni Francisco Cantos, el excelente director de sala. Sí vimos novedades en la carta, pero es que ha pasado mucho tiempo.
En esta ocasión ocupamos un puesto frente a la barra, que permite disfrutar de las preparaciones de los sushiman tras ella.
Comenzamos con el aperitivo a base de croqueta de atún con mayonesa japonesa y láminas de atún deshidratado. Muy rica. La cena empezó con el tataki maguro tonatto, exquisito, que viene a ser la versión japo del vitelo tonatto, que tanto nos gusta. Continuamos con los niguiris, nuestro habitual de huevo de codorniz con trufa y de los “nuevos” el de hamburguesa con chimichurri y el de bilbaína de chipotle. Seguimos con el futomaki de langostino Ebi, tempurizado y finalizamos con dos temakis de atún picante. Muy buenos.
El servicio bien. El restaurante lleno. Nuestra conclusión: sigue siendo "EXCELENTE".
Precio medio por persona: 60€, bebidas aparte
Dirección: calle de Velázquez, 6 - Madrid
Página web: http://www.grupokabuki.com/es
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