
Se ubica en el número 1 de la calle de Serrano y pertenece al mismo dueño que el siempre animado RAMSES, situado en el local contiguo. Evidentemente no es un restaurante para disfrutar de su cocina específicamente pero, tanto en su muy ambientada terraza, como en el interior del local, se pueden compartir unas ricas raciones y disfrutar de la música.
Aun manteniendo las distancias COVID, estaba realmente muy animado para los tiempos que corren...
Compartimos las croquetas de jamón Joselito (ricas, aunque demasiado blanda la bechamel), las rabas de calamar y el solomillo salteado. Bien, en general.
Como conclusión, merece la pena para un picoteo y tomarse una copa en un ambiente animado, eso si, sin grandes pretensiones gastronómicas. Nuestra valoración: CORRECTO
Precio medio: 25€ por persona, bebidas aparte.
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