
Situado en el local que ocupó Arts Club hasta el año pasado, Salvaje es un restaurante atípico en estos días extraños que vivimos: al entrar al local encuentras una enorme jaula dorada, a modo de reservado; el personal de sala baila al ritmo de la música que pone un DJ desde dentro de otra gran jaula; la reproducción de un rinoceronte dorado cuelga sobre la barra de sushi...lo curioso es que además de divertido, la comida estaba muy rica.
Comenzamos con el Dinamita roll, con cangrejo y mayonesa de trufa, servido caliente; buenísimo. Seguimos con el Rock Shrimp Tempura, con langostinos tempurizados, wasabi y kale frito; seguimos con el tataki de ventresca a la robata, riquísimo y finalizamos con un atípico Cheese cake, muy bueno.

Acompañamos la cena con Nita, vino del Priorat de razonable relación calidad precio.
Considerando el ambiente, la decoración, el buen servicio y la comida, tenemos que calificarle como BUENO, en su conjunto. Precio medio: 35 euros por persona; vino (27€) aparte.
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