Muchos años sin visitar este excelente representante de la cocina portuguesa, no una de nuestras favoritas, pero sí con platos muy apetecibles y en concreto, las distintas elaboraciones a partir del bacalao. Local decorado de forma un tanto anticuada y situado en una zona muy poco céntrica (Arroyo Fresno; Madrid). No obstante, nos han encantado todos los platos que probamos y que compartimos porque son raciones generosas.
Comenzamos con unas lulas, que son chipirones rellenos, guisados en salsa, acompañados de habitas y jamón, riquísimos, muy blandos. Seguimos con tres preparaciones de bacalao diferentes: el bacalao dorado, que lo combina con huevos y patata paja; muy rico; bacalao alentejano, mejor aun, con boletus edulis, marisco y salsa de gambones y el bacalao a las natas, desmigado, con patatas panadera y cubierto con crema gratinada. Superior.
Terminamos con un típico postre, el pastel de Belém, una especie de hojaldre muy fino, caliente, con crema. Riquísimo también.
Como conclusión, nuestra calificación gastrochic es: BUENO. Recomendable para ir en familia. Precio razonable y buena calidad. Hay otros platos que no son a base de bacalao, pero entendemos que si vas allí, no es buscando esos platos...
Precio medio: 35 euros por persona, bebidas aparte.
Dirección: calle Senda del Infante, 28 (Madrid)
Página web: https://www.trasosmontes.es
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